Título en inglés: The Great Gatby
El otro día me hicieron un comentario sobre un club de lectura al que no asistí en el que uno de los presentes respondía cualquier pregunta que el moderador hacía diciendo que aquello era un recurso literario (del tipo de "¿Por qué creéis que el autor repite esa palabra a lo largo de toda la novela?"). Evidentemente, desde la primera palabra hasta la última, el autor usa recursos literarios constantemente. De hecho, hay novelas enteras que podríamos decir que son recursos literarios, si consideramos que la alegoría, por ejemplo, se mantiene durante todo el relato.
I wanted to get out and walk eastward towards the park through the soft twilight but each time I tried to go I became entangled in some wild strident argument which pulled me back, as if with ropes, into my chair. Yet high over the city our line of yellow windows must have contributed their share of human secrecy to the casual watcher in the darkening streets, and I was him too, looking up and wondering. I was within and without, simultaneously enchanted and repelled by the inexhaustible variety of life.
Esto me hizo pensar y es que desde que soy conductor de un club de lectura, y desde que estudio la literatura, ya no leo por placer casi nunca. No es que se haya convertido en deberes, sino que ahora, cuando leo, busco los elementos que me facilitarán el trabajo más adelante. Es decir, me fijo en cosas que, de otro modo, no te fijarías. Hago una especie de comentario de texto continuado.
Mr. McKee awoke from his doze and started in a daze towards the door.
Si te lo paras a pensar es una mala cosa, pero en realidad se puede sacar algo bueno. Si con Mishima empeoró mucho la lectura el buscar su grandeza, con Fitzgerald lo ha mejorado. Me refiero a que, si no hubiera sido por el trabajo de estudiante de literatura posterior, esta novela hubiera acabado en la lista de peores de la historia.
He smiled understandingly –much more than understandingly. It was one of those rare smiles with a quality of eternal reassurance in it, that you may come across four or five times in life. It faced –or seemed to face– the whole external world for an instant, and then concentrated on you with an irresistible prejudice in your favour. It understood you just so far as you wanted to be understood, believed in you as you would like to believe in yourself and assured you that it had precisely the impression of you that, at your best, you hoped to convey.
La novela gira en torno a Nick, que accidentalmente acaba siendo el vecino de Jay Gatsby. Pero es que, a pesar de ser de un país enorme, la prima de Nick tuvo una relación con Gatsby en un pasado lejano. Pero las cosas han cambiado. Entonces Gatsby era pobre, ahora es rico y celebra las mejores fiestas de la zona. Entonces Daisy era soltera e inocente, ahora está casada y cínica. El concepto de clase y la riqueza mueven a Gatsby. Está claro que la clase no se obtiene con dinero, incluso los ricos con clase son distinguidos entre vieja y nueva riqueza. Gatsby se vuelve rico, pero sigue siendo un niño pobre.
I like large parties. They’re so intimates. At small parties there isn’t any privacy.
Lo que tampoco parece ir cogido de la mano es el amor y el matrimonio. No hay en la novela ni una sola pareja que parezca mantener los votos y, menos aún, estar contenta en su situación. Y cuando buscan el amor en casa de otro, esto tampoco parece solucionar el dilema: Tom, el marido de Daisy, se lía con Myrtle, pero no parece quererla. Ella es como un trofeo, nada más. Al final de la obra nos demuestra que las mujeres son para él sólo un objeto. Si tiene a Daisy, no la quiere tener y busca a Myrtle, pero si ve que Daisy se le escapa, aquella deja de interesarle y se centra en su esposa. Tras la última página, ¿cuánto tiempo tardará Tom en buscarse otra?
Her grey sun-strained eyes stared straight ahead, but she had deliberately shifted our relations, and for a moment I thought I loved her. But I am slow thinking and full of interior rules that act as brakes on my desires, and I knew that first I had to get myself definitely out of that tangle back home.
Estamos hablando de una América de entreguerras. Estamos hablando de una economía fantástica. Estamos hablando de Jazz. Es una maravilla cómo Fitzgerald consigue retratar esa visión descontenta de la sociedad. Pero la historia no hubiera cambiado si en vez de ser Nick quien la narra, fuese el matrimonio Buchanan o incluso el propio Gatsby.
As my train emerged from the tunnel into the sunlight, only the hot whistles of the National Biscuit Company broke the simmering hush of noon. The straw seats of the car hovered on the edge of combustion; the woman next to me perspired delicately for a while into her white shirtwaist and then, as her newspaper dampened under her fingers, lapsed despairingly into deep heat with a desolate cry. Her pocketbook slapped to the floor.
Hay muchos temas más que marcan esta novela: la moralidad y la muerte, el sexo y el feminismo, la educación y el lenguaje, las mentiras y la decepción, la compasión y el perdono, la religión y la raza, etc. Pero para mí, el más interesante es, sin duda, el aislamiento. Porque nos encontramos un montón de personajes que se entremezclan pero nunca dejan de estar solos. Siquiera los Buchanan están unidos. Ni al principio ni al final. Nick empieza a contar la historia (desde el futuro, claro está) y está solo y acaba solo. Gatsby, a pesar de tener la casa llena de gente todo el tiempo, siempre está solo y, si no fuera por su final trágico, también acabaría solo. Nadie está con nadie.
"(…) I’d been making a small investigation of his past.”“And you found he was an Oxford man,” said Jordan hopefully.“An Oxford man!” He was incredulous. “Like hell he is” He wears a pink suit."
Y es quizás esta una de las grandezas de esta novela: que es atemporal. Si pones el Facebook por aquí, o el Messenger por allá, tendrías una historia de lo más actual. Me recuerda un poco a Lost in Translation. Esa sensación de soledad tan punzante.
The relentless beating heat was beginning to confuse me and I had a bad moment there before I realized that so far his suspicions hadn’t alighted on Tom. He had discovered that Myrtle had some sort of life apart from him in another world and the shock had made him physically sick. I stared at him and then at tom, who had made a parallel discovery less than an hour before –and it occurred to me that there was no difference between men, in intelligence or race, so profound as the difference between the sick and the well. Wilson was so sick he looked guilty, unforgivably guilty –as if he had just got some poor girl with child.
¿Me da pena Gatsby? No, en absoluto. Porque es un personaje egoísta e impertinente. Quién más pena me da es Wilson, el marido de Myrtle.
¿El final? Me dejó un poco frío, eso seguro. Pero cuando empecé ha hacer el estudio que hago siempre antes de una tertulia, la novela empezó a ganar cuerpo y a entender por qué está en el puesto número dos de las mejores cien novelas de la lista de Modern Library.
Thirty –the promise of a decade of loneliness, a thinning list of single men to know, a thinning brief-case of enthusiasm, thinning hair.
Durante casi todo el principio de la novela, por eso, estuve esperando que Ripley saliese de su escondite, porque el estilo, y el modo de ver el mundo me recordaba muchísimo a aquél.
- Nota: 6/10
- Destaco: las descripciones casi cinematográficas.
- Algo negativo: a veces es difícil de seguir la historia sobre todo si, como yo, dejas que tu cerebro piense en otras cosas a pesar de estar leyendo.
- Pantalla: existen muchas adaptaciones de la novela. Yo he visto la de Markowicz pero está la, más larga, versión con Robert Redford.
- Recomiendo: si lo lees en inglés, usar una versión acosada porque hay veces que hace referencia a cosas que son difícil de saber qué son.
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