Título original: Le Petit Prince
El Principito es uno de los libros que más veces he leído, si contamos las veces que mi hermana me lo leyó cuando yo era pequeño. Quizás incluso es el primer libro que me regalaron (de los que aún conservo) –y es de segunda mano, lo que le da un valor añadido.
Les grandes personnes ne comprennent jamais rien toutes seules, et c’est fatigant, pour les enfants, de toujours leur donner des explications.
No sé cuándo fue la anterior vez que me lo leí, pero debió ser en mi adolescencia, cuando tuve una época en la que me dio por leer todo cuento que caía en mis manos, y recuperar los de mi infancia. Pero me lo he vuelto a leer porque estoy yendo a clases de francés: era un deber, pero para mí era más un placer.
J’ai ainsi au, au cours de ma vie, des tas de contacts avec des tas de gens sérieux. J’ai beaucoup vécu chez les grandes personnes. Je les ai vues de très près. Ça n’a pas trop amélioré mon opinion.
No hace falta realmente que explique de qué va este cuento, porque todos lo hemos leído, o por lo menos tenemos una vaga idea de que un pequeño hombrecito, de cabellos dorados, pantalones de campana y pajarita, vivía en un pequeño planeta donde no tenía nada más que una flor.
Il ne put rien dire de plus. Il éclata brusquement en sanglots. La nuit était tombée. J’avais lâché mes outils. Je me moquais bien de mon marteau, de mon boulon, de la soif et de la mort. Il y avait, sur un étoile, une planète, la mienne, la Terre, un petit prince à consoler !
Bajo mi punto de vista, el mundo se divide en dos tipos de personas, según cómo interpreten el final del cuento. Yo soy de los que creen en el Principito, de los que están seguros de que si mirásemos al cielo, muy lejos, y pudiésemos identificar el asteroide B-612, podríamos verle ahí, regando su planta.
Para mí, los que le encuentran otro final, deberían callárselo, como quien se calla un pensamiento maligno.
Les grandes personnes, bien sûr, ne vous croiront pas. Elles s’imaginent tenir beaucoup de place. Elles se voient importantes comme des baobabs.
Leerlo otra vez me ha llenado de ternura. Lloré y me sentó muy bien. Lloré en francés, que no sé cómo será. Pero es que la bondad y la gracia de este pequeño viajero hace que el pecho se te llene de sentimientos. De todo tipo de sentimientos, porque la tristeza y la rabia también son sentimientos.
–Je suis content, dit-il, que tu sois d'accord avec mon renard.
Comme le petit prince s’endormait, je le pris dans mes bras, et me remis en route. J'étais ému. Il me semblait porter un trésor fragile. Il me semblait même qu'il n'y eût rien de plus fragile sur la Terre. Je regardais, à la lumière de la lune, ce front pâle, ces yeux clos, ces mèches de cheveux qui tremblaient au vent, et je me disais: ce que je vois là n’est qu’une écorce. Le plus important est invisible…
Comme ses lèvres entr’ouvertes ébauchaient un demi-sourire je me dis encore: « Ce qui m’émeut si fort de ce petit prince endormi, c’est sa fidélité pour une fleur, c’est l’image d’une rose qui rayonne en lui comme la flamme d’une lampe, même quand il dort… » Et je le devinai plus fragile encore. Il faut bien protéger les lampes : un coup de vent peut les éteindre…
Et, marchant ainsi, je découvris le puits au lever du jour.
Si bien Lewis Carrol escribió Las aventuras de Alicia en el país de las Maravillas para niños (creo recordar que eran niñas), está claro que lo que cuenta es más bien para adultos. Lo mismo sucede con El Principito, que contiene elementos que un niño difícilmente pueda comprender. Pero a la vez, ésta obra de arte, contiene elementos que un adulto difícilmente pueda entender. Supongo que has de ser un poco de los dos, para poder llegar hasta el fondo. Cuando yo era niño, me sentía un poco demasiado maduro para mi edad; ahora me sucede a la inversa. Quizás, de otro modo, no podría sentir al Petit Pince en mi interior.
Et je compris ce qu’il avait cherché !
Je soulevai le seau jusqu’à ses lèvres. Il but, les yeux fermés. C'était doux comme une fête. Elle était née de la marche sous les étoiles, du chant de la poulie, de l'effort de mes bras. Elle était bonne pour le cœur, comme un cadeau. Lorsque j’étais petit garçon, la lumière de l'arbre de Noël, la musique de la messe de minuit, la douceur des sourires faisaient ainsi tout le rayonnement du cadeau de Noël que je recevais.
- Nota: 10/10
- Destaco: lo que podríamos llamar la filosofía de la buena voluntad que muestra y enseña.
- Algo negativo: N/A, si eres de los que creen en el Principito, no hay pegas.
- Pantalla: existe alguna adaptación, dice la Wikipedia, pero no he visto nada. Sé que hay dibujos, que los pasaban hace unos años por la tele, pero tampoco los he visto recientemente. También hay diversas grabaciones; yo tengo la versión de Jean-Louis Trintignant que está muy bien, enternecedora. También hay secuelas, pero son de autores varios.
- Recomiendo: es evidente que es un libro que se usa para el aprendizaje del francés, pero es que algunas ediciones españolas tienen errores (tengo una edición bilingüe y otra española, y en ambas hay errores de traducción).
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